En realidad, no valen lo que cuestan.
La comida de verdad muy desabrida y en mi opinión, mala, los postres malísimos.
He ido a hoteles todo incluidos por mucho menos de lo que pague ahí con mucha mejor calidad, variedad y sabor en los alimentos.
Bien por la limpieza aunque muy mal e incómodas las almohadas, muy boludas y salí con dolor de cuello además de que era complicado conciliar el sueño debido al mal estado de las mismas.
Tuve un accidente con una taza de café y manché un poco una toalla, me la cobraron y les comenté que era una pequeña mancha que segura estaba que su servicio de lavandería podría quitar, incluso les dije que me dieran en todo caso la toalla manchada y les pagaba (no me gustan los abusos) y no accedieron.
El hotel es muy bonito e imponente por fuera, pero desgraciadamente su servicio deja mucho que desear. Es una pena porque su personal, casi en su mayoría, es súper amable y cálido.
En definitiva, si pueden busquen otra opción.