Mi experiencia fue de sentimientos encontrados, como en todo, el servicio de algunas personas fue excelente y de otros pésimo. Fue un hotel que al no hacer la limpieza el segundo día, estuve a punto de salirme y llorando por cierto, pero gracias al señor Alfredo y a su equipo, a la atención de Shelly y al buen servicio Carlos en la puerta, me quedé. Lamentablemente tuve situaciones incómodas con personas que no me interesó ni preguntar su nombre que fueron sumamente negativas con su atención al cliente y no deberían ponerlos en front desk, porque no saben dar solución a un tema tan simple como la limpieza de una habitación, pero bueno, en general lo demás fue bueno.