El hotel tiene buena ubicación- está al lado de estación de tren que te deja en el centro (4 paradas, aprox. 20 min.). Hotel ofrece parquing vigilado de pago pero nosotros hemos aparcado justo enfrente de la entrada y no nos cobraron nada. Personal de la recepción muy amable, habitaciones limpias. El aire acondicionado funcionaba bien. No se oía ningún ruido de la calle, pero entre habitaciones las paredes parecen de papel y se oye todo.
El desayuno bastante variado: buen surtido de quesos y jamones, pastelería, muesli, huevos, alubias. De fruta: melón, piña y kiwi. Me gustaría más verdura - solo había un pequeñito plato de tomates y uno del pepino amargo del día anterior. Pero si sois de café y croissants os va a encantar.
Por lo demás todo perfecto!