El hotel esta a 10-15 minutos andando del casco historico de Tallin y muy cerca del mayor centro comercial de la ciudad, bien conectado con el transoporte publico, tren y bus. El personal es muy atento, habla perfecto ingles y conoce a la perfeccion la ciudad, da buenos tips de transporte y de restaurantes. La habitacion es luminosa, grande y comoda, limpia y con caja de seguridad. Los desayunos bufette excelentes, no falta nada. Lo unico que deja a desear son unas camas muy blandas, pero eso es cuestion de gustos.