Los camareros del restaurante de la piscina eran unos maleducados con una falta de interés total por atender a los clientes. En un hotel de 5 estrellas, que te sirvan la mesa con los restos de la comida anterior, que se enfaden porque les pidas que pasen una balleta a la mesa, que haya que estar constantemente rogando que traigan servilletas, que se les olvide el pan pero lo cobren, que ostensiblemente pasen de atenderte cada vez que pasan a tu lado y les ruegas por septima vez que te traigan una botella de agua,... es inadmisible. Y no fue un día, sino 2, ya que la piscina es magnífica, pero al tercer día nos dimos por vencidos y comimos en el Sofitel... FANTÁSTICO, el servicio, las instalaciones, la comida,... Y MÁS BARATO QUE EL PALMERAIE.
Honestamente, el Palmeraie tiene categoría de 2 estrellas en lo que a servicio se refiere. Para más inri, está super lejos de la ciudad, en un secarral sin nada alrededor.
El maître era un ejemplo de mal servicio, pero los camareros le seguían con ventaja.