El hotel está muy bien en líneas generales. La habitación amplia y muy cómoda, silenciosa, colchón y almohadas muy cómodas, una televisión en el dormitorio y otra televisión en sala de estar. Tuvimos una habitación exterior con 2 ventanas a la calle. La única pega, es que el desayuno era muy caro (16€ por persona aproximadamente) y nosotros preferimos desayunar en la calle. El hotel está muy cercano al centro (20 minutos andando hasta el Ayuntamiento). Depende, de la ruta que se tome, el entorno puede ser más ó menos agradable, porque hay varias calles adyacentes llenas de inmigrantes, ruido y desorden. La Calle Lange Reihe está muy cerca (en la parte posterior del hotel), llena de restaurantes y cafeterías, en un entorno muy agradable.