La ubicación es buena, está en un punto intermedio entre Times Square y Wall Street (más o menos ambas cosas están a media hora andando) y es una zona bastante tranquila.
Que puedas hacer el check inn online y con antelación es un punto a favor si hay veces que por horarios de vuelos y de llegada es muy tarde y no hay nadie en recepción. La habitación estaba muy limpia y la ducha era amplia.
En contra diría, en primer lugar, que no hay ascensor, hay unas escaleras bastante empinadas y muy estrechas (no caben dos personas a la vez). Así que si llevas mucho equipaje como era nuestro caso se hace algo bastante incómodo. En segundo lugar que las habitaciones son muy pequeñas, está el espacio justo para la cama y que podáis entrar de pie a los lados y un pasillito para el aseo. Fin. Y por último y más importante diría que mejoraría la calefacción. El aparato se movía pero no salía aire caliente. La calefacción venía de un tubo que hay dentro de la habitación, y por más que tocaras los ajustes del mando, no funcionaba. Y en Nueva York, en el mes de diciembre y con una corriente de aire frío que entraba por la ventana que la calefacción funcione a medias es lo que peor recuerdo de la estancia.