Nuestra estadía fue perfecta. Queríamos un hotel tranquilo, limpio, donde se notara el mantenimiento continuo. La habitación era amplia, cómoda, con vista espectacular al océano. Piscinas limpias, grandes, con buen servicio de snacks (pizzas, hamburguesas etc.), bebidas y coctelería correctas (no aguachentas). Restaurante buffet que podría ampliar la variedad de su oferta, pero que igualmente es correcto, y otro a la carta con muy buen menú. Disfrutamos de unos placenteros masajes en su spa, y sobre todo de unos baños de sol y de mar en su paradisíaca playa semiprivada plagada de espectaculares palmeras. Relación calidad/precio inmejorable. Es incomprensible la pretensión de mucha gente, que manifiesta en sus opiniones frustraciones que no guardan relación con la realidad comprobada.