Las habitaciones son estupendas al igual que la piscina. Llegamos tarde ya que nuestro vuelo se retraso y la persona que estaba en recepción únicamente nos dio una llave, en el momento de subir a la habitación solo había una cama doble, en lugar de las dos habitaciones reservadas ( creíamos al subir que podrían ser dobles comunicadas por lo que no nos habían dado más que una llave) tuvimos que volver por dos veces a recepción para conseguir la otra habitación que teníamos reservada y pagada.
La sorpresa fue aun mayor en el momento de desayuno, el cual consiste en bollería ( de muy buena calidad), café, zumo de brik y unas manzanas ; debe el huésped cogerlo en el pasillo de su piso y ha de llevarlo a la habitación , en donde únicamente hay una silla y una pequeña mesa para tomarlo, increíble para un hotel de su categoría y precio.