Sobre este hotel pocas cosas buenas puedo decir... creo que lo único es que el personal es bastante amable y la cena en el hotel no estuvo mal, menos por cosas que comentaré después...
Nada más llegar a Limerick ya nos dió bastante mal rollo la zona donde está el hotel, barrio de inmigración de la chunga, lleno de casas de apuestas y gente con pinta muy mala por la calle.
El hotel tiene parking grátis, pero al meter el coche allí parece de una peli de miedo y que te van a descuartizar dentro, con el suelo empapado, lleno de porquería, un desastre vamos... pero bueno, con las pintas que había por allí como para dejar el coche en la calle.
Luego subimos a la habitación... estaba en el quinto pino, cosa que tampoco es relevante, pero era superpequeña, la cama lamentable, todo sucio, hasta había arañas en el techo. Un verdadero asco de habitación. También es verdad que al día siguiente cuando nos fuimos (gracias a Dios una sola noche) las habitaciones estaban abiertas porque las estaban limpiando y parecían mejores, pero bueno, la nuestra una basura, y la falta de limpieza intolerable.
Para más, la ventana daba a un patio con aires acondicionados, así que no podías tener la ventana abierta por el ruido, y en la habitación canija esa te cocías.
Luego la cena en el hotel (porque por allí pasamos de andar de noche por lo que se movía) no estubo mal, un plato para 2 por 18€ con bastantes cosas. Pero lo único que estaba siendo normal nos lo fastidió una señora con pinta de vagabunda que se puso a cenar allí y que se quedaba dormida en la mesa, se tiraba eruptos y cuando se levantó a la barra un momento tenía el pantalón empapado, se había meado por ella y apestó todo. Debía estar borracha y aún se bajó allí dos botellines de vino más. No sé como la dejaron entrar. Al final no sé en que quedaría la cosa, supongo que la montaría para irse sin pagar.
En resumen, un desastre EN TODO. No recomiendo este hotel a nadie, ni por la zona ni por nada.
Avisados estáis... un saludo.