Para empezar teníamos que ir a otra residencia para recoger las llaves, cuando llegamos no había nadie y me dejaron un mensaje con un número para llamar, llamé muchísimas veces hasta que alguien se digne a descolgar el teléfono. Llegado al alojamiento, no era como esperábamos, unos colchones insufribles, la terraza sucia, el mando de la TV no funcionaba, se iba la señal, la entrada a la piscina cerrada, era un hotel fantasma, no nos cruzamos con nadie para preguntar. Eso sí, las llaves venía con un montón de instrucciones de cómo teníamos que dejar la habitación, para que me devuelvan la fianza. En general, a ninguno de mi familia le gustó, pero el pueblo es agradable y tranquilo para descansar.