El hotel muy bonito, las habitaciones algo chicas, la alberca linda, la ubicación buena aunque en plena zona gay, cosa que no me molesta en absoluto pero no es lo mejor si vas en familia (abuela, niña y esposos)
Lo pésimo fue que una noche regresamos de cenar y mi esposo y yo quisimos tomar algo en el balcón, salimos unos 15 minutos a platicar y nos metimos. De pronto, 1 am golpes fuertes en la puerta y tres personas de seguridad en forma muy agresiva diciendo que se habían quejado del ruido, que la gente quería dormir, que si yo estaba bien, cuando estuvimos solo un rato platicando sin gritar. Hay formas! Pudieron haber llamado por teléfono antes.
Nos regalaron una botella de cava al día siguiente pero honestamente no regresaré debido a esta pésima experiencia.
Ni qué decir que los balcones están hechos para no usarse.