El Magic hotel es bastante peculiar. Primero, porque no tiene recepción y el check-in lo tienes que hacer en otro hotel (3 minutos a pie). Después, por dentro es bastante recargado y rococó. Nos hicieron un upgrade a la "King Suite" (las habitaciones no tienen nombre, sinó número), la cual era realmente enorme, tenía jacuzzi y todo. Aún y siendo enorme, la habitación estaba bastante mal aprovechada, no había "reposamaletas" y el baño era pequeño (a parte de oler fuertemente a lejía).
El desayuno, que se hace también en el hotel del check-in, era correcto pero no especialmente generoso ni variado.
Si se va en coche puedes usar el párquing del hotel (del del check-in), dejas el coche en la entrada y te lo pasan a buscar.
Si pagáis directamente allí intentad llevar CHF, porque el cambio que hacen en el hotel es bastante malo.