Positivo: localización muy céntrica; nuestra habitación no daba a la calle principal y era muy tranquila. La habitación está decorada con acierto, resultando acogedora. El tamaño era correcto. Dispone de tetera. Eso sí, carece de armario cerrado. El baño tenía un tamaño suficiente, aunque la puerta se inserta en el medio de la habitación. La sala de desayuno es más divertida de lo que se aprecia en las fotos, y por otra parte, la amabilidad y simpatía de la dueña del hotel, que atiende la sala, hace que resulte todavía más agradable. Dispone de una variedad interminable de confituras dulces y saladas, bastantes bizcochos y galletas deliciosos hechos con ingredientes sorprendentes. Eso sí, todo de tamaño mini; sólo los cruasanes tienen buen tamaño y están igual de ricos.
Negativo: los espacios comunes son muy reducidos, hay algunos escalones para acceder al ascensor y para moverse en el pasillo de las habitaciones. La persona más joven de la recepción es un maleducado (las demás encantadores).
Realmente responde a la calificación de Hotel-Boutique, y lo que en Francia resulta más sorprendente, está por encima de su calificación en estrellas: en la web por donde lo contratamos figura como 2 y en nuestra opinión podría ser un 3.