No soy muy dado a dejar opiniones aquí, pero el servicio de recepción del hotel por la mañana (no se el nombre de él, pero espero se de por aludido 😊 gracias!!) ha sido tan excelente que la dejo sólo por eso.
La ubicación del hotel es muy buena, a escasas dos calles de la playa. Por tanto no daba pereza a volver aunque fuera sólo a descansar y darse una ducha cuando el sol aprieta.
Las habitaciones cómodas, equipadas con casi todo (la nevera se ha de pedir en recepción, va con llave), aunque un pelín antiguas.
El desayuno fantástico, también servicio en mesa con platos calientes. Variedad de fruta, cereales, bollería, embutidos.... y además muy rico. Muy bien atendido pues había un camarero/cocinero (de 10) y ayudaba la persona de recepción (repito, fantástica)
De agradecer también las facilidades para poder ducharnos luego sin tener habitación y poder dejar equipaje el tiempo necesario.
Hay parking, no en el hotel, en la misma calle a 5min caminando, y son 12€ por día, no excesivamente caro pues te olvidas del coche.
En resumen, una estancia fantástica.
Gracias, y si regreso a Calella creo que repetiría sin duda.