Escogimos este hotel ya que estábamos de paso entre Death Valley y Yosemiti para pasar una noche. El hotel está bien, el check in rápido y fácil. La habitación con espacio suficiente y limpia, pero con una ventana muy pequeña que la hacía un poco claustrofóbica, punto a favor que tenía nevera, y la cama era cómoda. El baño muy pequeño, pero sobre todo, poco funcional la ducha, que era muy estrecha. Desayuno muy completo.