Hotel con instalaciones antiguas tanto en el interior de las habitaciones como en el exterior, similar a los hoteles de los años 70 y 80 de la costa española. La distribución del complejo asemeja un camping con habitaciones y apartamentos distribuidos en diferentes bloques que presentan muchas escaleras debido a la ubicación en una montaña próxima a una cala y a un agradable paseo a la población de Jelsa. Turismo en su mayoria de alemanes y franceses. Piscina muy pequeña, gastronomia correcta de buffet sin nada a destacar durante la estancia de tres noches en régimen de media pensión. Económico.
Curiosidades: Las habitaciones no disponen de nevera, en lugar de aire acondicionado existe un ventilador, papel de wc "de lija", tv antigua. Facilitaban agua del grifo gratis durante la cena solamente a franceses, alemanes y croatas. Los italianos y españoles teniamos que consumir agua embotellada con el consecuente coste. El encargado me comentó que en sus paises asi lo hacian y yo le repliqué que en el mio con la caña serviamos tapas, asi que o me daba agua o tapa. Que yo sepa pagamos lo mismo por la estancia, y el dinero es igual provenga de francia o bien de italia o españa. Sin embargo, la camarera tubo el detalle de servirnos dos vasos de agua gratis.
Hotel para estancias cortas por su precio, no recomendable para estancias largas.