Hotel pequeño, diferente y bonito, lleno de antigüedades, alfombras y tapices. Habitaciones limpias y cómodas. TV con chromecast incorporado para ver plataformas propias. Desayuno sencillo pero bueno. El personal muy amable. Ubicación muy buena, a 10 minutos andando de la estación central pero, al menos en invierno, se queda la zona vacía al cerrar las tiendas.