El hotel es muy bonito. Algo antiguo, pero una situación y unas vistas sobre el lago fantasticas. El desayuno en terraza por la mañana será de los mejores recuerdos de nuestras vacaciones. Al hotel, le falta los detalles en el servicio de una cadena profesional. Tiran los platos sobre la mesa, discuten entre ellos, se les olvidan limpiar el cuarto de baño,... en fin, una cantidad de detalles que han cobrado. El cuarto es de una decoración de un gusto muy discutible, y para a la altura del espectacular edificio.