Hotel con habitaciones en forma de cabaña, con buena atención al público, gran piscina y de profundidad aceptable y restaurante más que correcto. Instalaciones limpias y camas muy cómodas. El problema es que, pese que tiene acceso directo a la playa, por las mañanas es imposible bañarse antes de las 12, ya que está llena de plásticos y basura en general que la marea alta ha dejado en la arena. Según ellos, son unos meses durante esta época del año, por los vientos, pero deberían mejorar mucho el sistema de limpieza de la playa, porque es francamente frustrante. La alternativa de la piscina no es tal, porque el agua está alrededor de los 38 grados!!!