Algo más que extraordinaria. Las zonas comunes, Lobby y otros, francamente, me decepcionaron un poco. Resultan mejorables, al igual que el estado de mantenimiento de piscinas... sin embargo, al entrar en la habitación (la normal) las sensaciones comenzaron a cambiar. Extraordinaria habitación, con una amplitud poco vista, mobiliario fuera de lo habitual ropa de cama magnífica...Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia de este hotel es el servicio. Desde la recepción en la entrada hasta el último chico que te ayuda con las hamacas y toallas de playa, cualquiera de ellos podría ser Jefe de Recepción en muchos de los hoteles de 4 y 5 estrellas que he visitado. Es el verdadero lujo. Con una clase, un saber estar, un agrado, una educación que solo recuerdo en un hotel que visité en Siena. Muchos 5* de nuestro país deberían aprender de él: ni el Palace de Madrid, ni el Alfonso XIII de Sevilla, ni el Mencey de Santa Cruz... VAYA SERVICIO!. Enhorabuena, enhorabuena, enhorabuena.