Es un gran hotel y relativamente céntrico.
La habitación era grande y la cama muy cómoda.
A la llegada no pusieron una bandeja de frutas de bienvenida.
El personal de recepción es excelente. El único que habla correctamente español, es Philippe.
Son muy atentos y agradables. Excelente Celine y Philippe.
El buffe de desayuno es bueno, y el camarero que nos ha estado antendiendo todos los días, era Fávio, un portugués muy eficiente y atento, además de muy familiar y agradable. Está siempre pendiente de lo que necesites.
Está distante de la Grand Place, 25 a 30 minutos andando.
Por la puerta pasan dos lineas de tranvía, la 92 y 97.
La estación de metro mas cercana, está a unos 10 minutos andando.