Nosotros hemos realizado un viaje por el norte de Cerdeña durante 8 días y nos hemos hospedado en este hotel durante la primera semana de octubre. La experiencia ha sido muy agradable, la habitación era muy amplia, con vistas al mar y al castillo del pueblo. La limpieza tanto de la habitación como del baño, excelente. La pega es que de la ducha salía un chorrito muy pequeño y se hacía complicado lavarse el pelo (sobretodo si eres mujer y lo tienes largo, como en mi caso).
En el caso de tener problemas de movilidad, ir con cochecito de bebé...está poco adaptado, aunque en nuestro caso no nos influyó.
En cuanto al desayuno, la variedad era normalita aunque los productos estaban bastante bien.
La atención del personal ha sido muy buena, nos han atendido siempre con una sonrisa y nos han intentado ayudar en todo. Pese a lo que he leído por ahí, nosotros no tuvimos ningún tipo de inconveniente por ser españoles, de hecho, todo el personal nos habló en español (incluso un chico de recepción que no tenía demasiada soltura con el idioma), así sin problema.
En cuanto al entorno del hotel es precioso, el pueblo (casco antiguo sobretodo) tiene mucho encanto, y los alrededores merecen también una visita. En el pueblo hay infinidad de sitios donde poder cenar.
En general, nuestra estancia ha sido muy buena, la relación calidad-precio es correcta.