Es un hotel a 9 km. Del centro de Munich, si lo necesitas tienes una parada de bus enfrente del hotel. Si llevas coche no tendrás problemas de aparcar cerca.
Las habitaciones son espaciosas, cómodas, bien amuebladas y cuidadas, por cierto ya todas disponen de aire acondicionado. Si te toca una habitación de las que dan a la carretera, si oirás el tráfico, aunque la ventana es insonorizada.
El desayuno bufé de lo mejor, los alimentos son de calidad y el personal que lo atiende simpático y eficiente.
En definitiva un hotel que aconsejo y al que volvería sin ninguna duda.