Muy lejos de sus supuestas 4 estrellas! Las fotos engañan y mucho. El estado general del Hotel es asqueroso, literalmente, y anticuado. Su ubicación es malísima, en las periferias, sin ningún servicio cerca. Ofrece un servicio de "autobús" del que no se hace responsable y que resulta ser una furgoneta (sucia también) que conduce un personaje que
bien podría protagonizar la versión italiana
de Torrente, y que para no desentonar
también es sucio, y poco comunicativo.
Y suma y sigue.
En el hotel parece vivir de forma
permanente un grupo de gente, no se si
personal del hotel. La insonorización de las habitaciones también brilla por su ausencia, como os toquen vecinos un tanto ruidosos los oirés casi como si los tuviéseis bajo vuestra cama.
Cuando llegámos al hotel, en el mostrador había 6 personas atendiendo ... y ninguna hablaba otro idioma que no fuese italiano.
La comida, de buffet, fria y de aspecto la mayoría poco apetecible. La cena .... ni nos molestamos en asomarnos por el comedor, preferimos traernis algo de fuera.
El desayuno engaña a la vista, el paladar después te devuelve a la realidad del agujero en el que te has metido. La variedad de bollería es amplia...pero sabe todo exactamente igual, no está mala, pero tampoco destacable. El pan congelado, no recién echo, para acompañar al pan, mermelada, mantequilla o nocilla. A parte queso y jamón dulcen huevo duro y unos taquitos de queso. El zumo es de maquina (en polvo, no natural) y el agua de grifo.