La habitación bastante bien en cuanto a tamaño y comodidad. Sólo un par de detalles: el baño tenía muy poca luz, y la ducha de mando no funcionaba correctamente. Esto no impidió que nos ducháramos, puesto que había otra de efecto lluvia.
El aire acondicionado no puede regularse bien, y hacía mucho frío. No podíamos subir la temperatura a más de 22 grados. Por otro lado, aunque lo hubiéramos apagado, en cuanto quitábamos la tarjeta se activaba el aire, con el consecuente malgasto energético que esto supone, aparte de enfriar la habitación en exceso.
La habitación muy limpia y las camareras de piso muy agradables.
El personal, en general, muy amable, exceptuando quien nos recibió la tarde en que nos fuimos. No nos dio el equipaje que tan amablemente había guardado su compañera en la mañana, sino que nos indicó dónde podíamos recogerlo, una habitación con pertenencias de otros viajeros. Podríamos haber sido cualquiera y llevarnos cosas que no fueran nuestras. En el trato nos pareció un poco maleducado, ya que ni levantó la vista para saludar o despedirse cuando partimos…
En general estuvimos muy a gusto en el hotel. Está muy bien situado, junto a la estación. Eso sí, por la noche el ambiente en la zona no es muy bueno, pero no tuvimos ningún problema.