El hotel necesita una reforma en las habitaciones, el tamaño es aceptable, ni grandes ni pequeñas. Cuentas con lo básico, nada de lujos. Lu ducha sobretodo está en un estado de deterioro elevado teniendo en cuenta el tipo de hotel.
Solo tiene un restaurante y aunque la comida está buena, no hay mucha variedad y es caro. Cambian la carta todos los días y no tiene opciones más rápidas como sándwich o algo más ligero, es un menú con muy pocas opciones.
Tiene una barrita para tomar bebidas eso sí.
La playa del hotel está bien, es pequeñita pero bonita y está Beau Vallon a 10 minutos escasos en coche, para mi gusto una playa muy normalita. Realmente las playas más buenas están en el sur de la isla.
Nos quedamos en una habitación con vistas así que estupendo el amanecer y el atardecer en la pequeña terraza exterior.
El servicio de wifi muy malo, en la habitación nunca tuvimos, siempre en la recepción y se iba con muchísimas frecuencia. Te sirve para cosas básicas pero no puedes trabajar cómodamente desde ahí ya que tardas mucho en mandar un mail por ejemplo.
En general, todo aceptable pero no repetiría de volver a la isla si no viera una reforma y un aumento de los servicios ofrecidos.