Hermoso hotel, estilo tradicional, en lugar de acero y plástico, madera pintada, plata, bronce. Cama con dosel, servicio de desayuno excelente, atención eficiente, amable y muy empática. Ojalá podamos volver a Killarney para hospedarnos ahí. Si le gusta el estilo Mc. Donald ni se acerque. Muy bien ubicado. Repito: una joya.