No repetiríamos por nada del mundo, su ubicación es fantástica con tranvía a escasos metros.La limpieza deja mucho que desear, el primer día nos encontramos con una cubertería muy sucia, la cama sin cambiar llena de pelos,una manta sucia y agujereada, suelo sucio, de hecho había un macarrón entre el sofá y la cortina.
Cierto es que ya ese mismo día nos dieron cubertería nueva y nos cambiaron la cama. Nos limpiaron la habitación al día siguiente pero muy por encima, de hecho el macarrón seguía en el mismo sitio. Tiene un olor muy peculiar, como a cañería.