Me he alojado en este hotel 3 noches con mi mujer y la experiencia ha sido muy buena. Esta muy cerca del centro con lo que, si tu intención es conocer el centro de napoles, ni te lo pienses, este hotel es una muy buena opción.
El hotel en sí está en un antiguo palacio español, y digo lo de antiguo ya que no creo que se haya arreglado nada del edificio desde el 1700... Però por dentro las habitaciones y tal están muy cuidadas. El desayuno un poco escaso y poco variado, pero si le pides algo a Max intentará tenerlo para el día siguiente.
Solo un pero a esta estancia: el hotel se encuentra en lo alto de una calle bastante empinada, y el metro más cercano te deja a unos 10 minutos, y es un tercero sin ascensor... Así que el primer día, y con las maletas a cuestas, y con el calor de napoles en agosto, podéis imaginar como de agotado se llega al hotel, pero no es nada que un limoncello no pueda quitar...