El hotel está ubicado en las orillas del área turística, cerca de una de las estaciones de metro, pero para caminar si está algo lejos de la plaza principal, la habitación es muy pintoresca con estilo antiguo, lo malo es que tienes frigobar pero todo te lo cobran, incluso el café que te ponen en la habitación, te piden un depósito al llegar por si agarras de esas cosas, la cama estaba incomoda algo vieja. Para entrar al hotel hay que subir alrededor de 10 escalones. El personal que nos recibió no fue muy atento, afortunadamente solo ese día lo vimos y el resto del personal muy bien.