El hotel esta ubicado en el centro de las atracciones turísticas de Siena (ciudad medieval). Múltiples tiendas para comprar ropa, zapatos, souvenirs. Llena de restaurantes. Llegamos temprano y nos guardaron amablemente las maletas, mientras llegaba la hora de hacer check in (el cual hicimos hasta la noche). Muy amables nos dieron la bienvenida y nos detallaron los servicios del hotel. La habitación cómoda, elegante, muy agradable, limpia. Baño limpio con todo funcionando. Bien equipado. La decoración de época (en una ciudad medieval se antoja así). El desayuno bueno y sabroso (café cappucino, jugo, fruta, jamón, quesos, youghurt, mermelada, pan tostado, mantequilla), lo necesario para empezar el día. Esta en el tercer piso, pero tiene elevador. La entrada es engañosa, pues hay comercios, medio oscura y escondida, pero al subir al tercer piso, la cosa cambia y ves que tu primera impresión no le hace honor al hotel.