La experiencia ha sido muy buena. Un hotel pequeñito, familiar y muy adecuado. La playa está al lado, lo que hace que no de pereza ir. Además, la piscina muy agradable. Solo pondría dos pegas: 1. Cobran las medidas aunque lleves buffet incluído, cosa que, en mi opinión, le resta calidad a la experiencia. Sería preferible que subieran un poco el precio de la estancia; 2. La habitación olía a tabaco. Entiendo que fue por los anteriores huéspedes, pero considero que hubiese sido adecuado ventilar y poner ventilador (entramos 4h más tarde de la limpieza de la habitación, así que creo que podría haber sido posible). Por todo lo demás, repetiría sin dudarlo. Además, para ir al centro de la ciudad 5 minutos en taxi.