Experiencia terrible. Nos metieron en un zulo ubicado en el sótano del edificio. Según ibas por los pasillos te encontrabas objetos de diversa índole, tales como colchones, aspiradoras, neveras, muebles, etc. La habitación tenía las paredes sucias y desgastadas. El baño fatal. Para sentarte en el váter había que sentarse de lado. Las toallas te las cambian a diario, y a diario las revisábamos y estaban manchadas. La habitación era enana, ya que la puerta casi daba con la cama. Un detalle que tuviese ventilador. La televisión estaba de adorno, ya que no funcionaba. Estuvimos una semana y las sábanas no nos las cambiaron ni un día. No lleves ropa que necesites colgar, ya que el armario brilla por su ausencia. Acuédate de llevar chanclas porque el plato de ducha da asco y la moqueta del suelo es de la segunda guerra mundial. El desayuno es vomitivo. Los huevos vienen con un dedo de aceite, la salchicha parece de cartón y el café es ideal si sufres de estreñimiento. No obstante, si eres una persona cotilla, el hotel puede tener su encanto, ya que vas a escuchar todo lo que ocurra en las habitaciones colindantes. En conclusión: NO VAYAS.