La calidad del hotel en general ha sido buena, quizá lo menos destacable es el baño, algo anticuado con respecto al resto del hotel.
La limpieza bastante buena, aunque lo dicho sobre el baño, lo ya gastado no parece limpio aunque lo esté.
La ubicación del hotel dentro de Tarbes es inmejorable. También está cerca de Lourdes, de Cauterets, del pont d'espagne y de la gruta de Bétharram, entre otros lugares de la zona.
El desayuno, ha sido aceptable: café, zumo, croissant, huevos escalfados, para gustos..... Buena calidad/precio.
El personal muy amable y dispuesto a informar de lo visitable e interesante de la zona, con mapas folletos y demás.
Una cosa más, Tarbes da cierta sensación de inseguridad, quizá sea cosa nuestra, dependerá de cada cual.