Agosto 2016. La experiencia ha sido buena. El hotel está bien, las habitaciones son grandes y la limpieza es buena, por encima del ocho, el baño es pequeño y mejorable, pero esta bien, en la bañera no hay mampara,¡ son cortinas¡ pero en su favor hay que decir que son nuevas y no da nada de asco. La comida es buena con bastante variedad y cocina en directo, gran variedad de postres muy ricos y con arroces muy buenos, en general todo está muy bien cocinado. Las dos playas están muy cuidadas y limpias, la experiencia en ellas ha sido agridulce sobre todo con la marea de algas que hubo un par de días, son playas bastante revueltas con solo un día de bandera verde, hay que tener en cuenta que los días de bandera roja (que son muchos) los socorristas son muy pesados hasta tal punto de sacar a la gente del agua cuando está te llega por las rodillas (nunca había visto nada igual, son chicos y chicas muy jóvenes,demasiado) y hay que hacerles caso por qué si no llaman a la policia y cascan multas. Hablando de la policia es un poco penoso como persiguen a los tres negros de la venta ambulante de la playa.