No repito y no lo recomiendo.
La ubicación es muy buena (céntrico, al lado de la playa), el dueño es amable y simpático (nos puso unos huevos de pascua sobre las toallas y nos estaba esperando para explicarnos cómo usar el código nocturno), está limpio y las sábanas y toallas tenían muy buen olor... PERO, la calidad del sueño es pésima. Primero porque tiene mal aislamiento acústico, y se escucha tanto a los que caminan por la calle como a los otros huéspedes. Segundo porque el baño, cuya puerta no cerraba bien, tiene un ruido cíclico en las tuberías, tanto de cuando se usa en la propia habitación como en las otras. Tomé un vídeo de este ruido, pero no puedo subirlo...
Se aprecia que a este hotel le han hecho una remodelación recientemente, pero ha sido superficial, de maquillaje. Los problemas más importantes no están resueltos, como el aislamiento acústico (en ventanas y paredes) o el sistema hidráulico (tanto para el inodoro, el lavamanos o la ducha).
Tengo que confesar que esa noche pasé de ducharme, porque era dificilísimo lograr el equilibrio de agua fría y caliente, el plato de ducha era demasiado pequeño y el aspecto tampoco ayudaba. Tenía un descorchado en una esquina, y después de usar el lavabo, al que le tuve que quitar el colador para q pudiera drenar el agua, temí verme en un plato de ducha con tuberías lentas...