Una experiencia horrible, una habitación que no tenia ni 4 metros cuadrados, no podías abrías la puerta completamente del baño porque chocaba con la cama.
Nos meten por un patio a un edificio viejo, mugriento, como digo anteriormente una habitación que sería más bien INDIVIDUAL y no para una pareja, calor asfixiante, que ni el aire acondicionado arreglaba, así tenias que dormir con la ventana abierta y no tenias intimidad porque te veían desde el edificio de enfrente, ruidos de noche como si fuera un secador, gente hablando de noche como si fueran las 5 de la tarde, ruidos de botellas, luces de fluorescente toda la noche encendida que no te dejaba pegar ojo porque claro.....no podías dormir con la ventana cerrada que nos asábamos de calor etc. La wifi se perdía a cada momento.
Pido un cambio de habitación, si que era una doble pero el baño lo tenia en otro lado y no al lado de la cama, y en la publicidad viene el edificio que da a la calle, no mencionan que es a un patio interior mugriento, me dicen que si quiero una a la calle (que es donde sale la publicidad en EXPEDIA), tengo que pagar 30 € más por noche.
El personal no da muchas opciones, para mi personal regular.
Edificio que olía mal, parecía una pensión de mala muerte.
El desayuno pésimo por no decir pobre del todo.
La publicidad debería especificar HABITACIONES INTERIORES Y EXTERIORES y no poner la fachada y luego te metan poco menos que en un tugurio.
Una mala experiencia de 4 noches de no poder dormir en Milán.