Excelente personal, agradables, atentos y serviciales. El desayuno es bueno, abundante, fresco y variado.
Las habitaciones son muy cómodas, amplias y cuentan con una pequeña nevera, algo muy útil.
La zona, pese a no ser céntrica y estar en un barrio obrero, es tranquila y está bien comunicada con la estación de trenes y el centro histórico.
Es un hotel muy recomendable.