Bueno pues pasé la noche con mi padre ya que estábamos visitando Girona y los alrededores.
El personal del restaurante y bar de la primera planta un encanto, y eso fue todo lo bueno.
Para un hotel de cuatro estrellas, que haya hormigas, pero hormigas no una ni dos sino decenas en la habitación. El agua de la ducha se sale y llega prácticamente hasta la puerta del pasillo. Se sale de la ducha con puerta cerrada y del baño con puerta cerrada.
Obviamente, hay que mencionar que esto nos dimos cuenta después de cenar y tomar una cerveza por la zona. Al volver, a la 1 y algo de la mañana, con todas las maletas deshechas, observamos lo descrito anteriormente.
Contactamos con recepción donde nos dicen que simplemente es un empleado del hotel que se ocupa de la seguridad. A la mañana siguiente nos comentan que qué tal la estancia, o sea que la comunicación brilló por su ausencia a nivel interno. Le tuve que comentar el índicente a lo que nos respondió la recepcionista (espero que está vez sí que lo fuera) "y por qué no os cambiasteis de habitación?" Ni disculpa, ni alternativa, ni nada ... todavía tenemos la culpa nosotros.
En fin... Impresionante. El hotel medio vacío, sino completamente vacío y la habitación con una cantidad ingente de hormigas. Un auténtico desastre.
No es un cero porque la chica del bar de la primera planta, insisto, era un encanto.