El Art Hotel es un buen hotel pero tiene aspectos mejorables.
Las habitaciones están renovadas recientemente, cómodas pero les falta algún detalle, no había donde colgar las toallas. Tampoco disponen de cafetera ni tetera.
El personal es amable pero abrumado por el trabajo, necesitan o más gente u organizarse mejor, pedí un vaso para el baño y el mando de la televisión, pues no los había y cuando volví de la visita vespertina (unas dos horas) aún no los habían traído, al reclamarlos tardarán dos minutos.
El desayuno es correcto, pero de nuevo, falta personal, una sola persona se encarga de todo y la pobre está desboradada, mesas, atención a las peticiones de los clientes....