La elección de este alojamiento ha sido acertadísima. Antico Borgo il Cardino, que es una antigua casa de pastores, está preparado con gran detalle. La habitación, muy limpia, cama cómoda y baño en perfectas condiciones, con una ducha con el agua a gran presión. Nuestra habitación (la número 22) tenía un pequeño espacio de jardín rodeado de setos, para mayor privacidad, con una mesita y dos sillas. Nos nos bañamos en la piscina, en la parte baja del jardín, pero tenía muy buen aspecto, rodeada de numeroras hamacas. La sala de desayunos, con vistas al jardín. El desayuno, variado y bueno. Gran espacio para dejar los coches. Tanto la propietaria como la empleada, muy amables. Cerca de San Gimignano y de Colle di Val d'Elsa, dos lugares maravillosos de la siempre preciosa Toscana.