Es un "Hotel", situado en un edificio rehabilitado, al lado de la estación de Tren de Santa Lucia, en un callejón, sin señalización y difícil de encontrar. El personal es muy agradable y atento, pero no hay servicio de recepción a partir de las 3 de la tarde, te puedes poner en contacto con el hotel Abbazia. que esta al lado, y son de la misma cadena, pero te proporcionan llave para que puedas acceder al hotel cuando quieras.
Tampoco hay ascensor, y se accede a través de unas escaleras estrechas y empinadas, hay habitaciones en ese mismo piso y en el superior.
El desayuno es mas que correcto, suficiente y de buena calidad.