El peor alojamiento en el que he estado. Suelo utilizar sitios económicos y este el peor.
- Acceso subiendo dos empinadas cuestas adoquinadas de 15-20 metros cada una.
- No tiene recepción, la dueña se encarga de todo, si no está hay que llamarla a su teléfono y esperar a que vuelva.
- La utilización del aire acondicionado conlleva un suplemento de 5€ diarios.
- Si quieres uso del baño después del check-out: 2€
- Las toallas viejas, ásperas y deshilachadas.
- En el baño, la tubería de desagüe del wc del piso superior goteaba sobre nuestro wc.
- El agua caliente es a través de un calentador con dos posiciones, no es regulable.
- El desagüe no tragaba el agua de la ducha (no hay mampara ni cortina) por lo que el agua siempre se queda en todo el suelo del baño.
- Goteras y humedades (posiblemente por el problema anterior).
- El desayuno siempre el mismo: pan sin tostar, mantequilla (tarrina grande compartida), tomate, pepino, queso fresco y huevo duro. La comida sobrante de un día las almacena en condiciones poco higiénicas.
- No dispone de TPV para pagos con tarjetas. Hay que pagar en efectivo y no te facilita un resguardo del pago.
- El desayuno comienza a las 7:30, el penultimo día le informamos que al día siguiente saldríamos pronto y estaríamos desayunando a las 7:30. Apareció a las 7:45 y sin tener el desayuno preparado.
Cosas buenas:
- La conexión wifi.
- Terraza en la habitación.
- Nos cambió las toallas todos los días.