Sinceramente espero mucho más de un hotel de cinco estrellas, por el que he pagado 560 euros dos noches. He tenido q pedir todo, la cuna no estaba, no traía colcha, el servicio de habitaciones (#9) no funcionaba y pese a comunicarlo, nadie hizo nada. Tuve que salir mil veces de la habitación para comunicarme con recepción: pedir la cena, pedir el agua q no me habían traído con la cena, para calentar el agua del biberón del bebé, el potito, etc. La habitación olía muchísimo a humedad y los cuadros del cuarto de baño estaban llenos de telarañas. El desayuno, con una fruta pasada, un zumo de naranja caliente y nada dulce, y una cantidad de embutido para dos personas ridícula. Y las tortitas que pedimos a parte, eran un engrudo. Sinceramente, nunca me he sentido engañado pagando por un hotel y este vez, ha sido un auténtico robo. De vergüenza.