El concepto del hotel es increíble, literal es como si fueras un romano más. Son 4 habitaciones sin embargo, cuenta con todo para una estancia ideal en Roma. Nos atendió Ana y sin duda alguna, fue la persona más servicial de Roma, nos hizo grandes recomendaciones de restaurantes y nos ayudo a hacer nuestras reservas en varias atracciones de Roma! Las habitaciones de buen tamaño para ir de turista, el baño impecable y novedoso, ya que cuenta con un juego de luces en la regadera que te hace relajarte. El servicio del desayuno, delicioso, ya que lo llevan a tu habitación y te permiten elegir entre varias opciones. De igual forma, la ubicación es de lo mejor, estás cerca del Piazza Navora, del Panteon y de la Fontana de Trevi, por lo que todo lo puedes hacer caminando. Sin duda alguna, una opción super recomendable para una estancia diferente en Roma!