Al llegar, el encargado intentó cobrarnos de más aduciendo que habíamos reservado una habitación más pequeña. Finalmente conseguimos que rectificara, pero tengo la sensación de que no habían preparado la habitación, ya que la que nos dieron no tenía suficientes toallas. La habitación era grande, pero estaba llena de bichos, y encima el wifi no funcionaba bien. El desayuno es bastante triste, únicamente café y tostadas, y sólo hay 2 mesas para todos los huéspedes.