El hotel está bien situado, cerca de la playa. La habitación era pequeña, pero muy práctica. El personal es amable y todo está limpio y nuevo, aunque la habitación tenía un olor bastante fuerte como a anti insectos.
En la habitación tienes una botella pequeña de agua de cortesía, así como una tetera con tés i cafes solubles.
Hay varios puntos negativos por los que no repetiría mi estancia:
La piscina es pequeña, por lo que se llena enseguida.
La zona de hamacas cerca de la piscina también es justa, por lo que si te quedas en la piscina seguramente tendrás que estar en una hamaca bastante lejos de la piscina.
El hotel pese a tener muchas habitaciones, tiene un único ascensor bastante pequeño, por lo que la mayoría de las veces tienes que subir y bajar andando para no tener que estar mucho rato esperándolo.
Estuvimos en pensión completa, y destacar que al restaurante le falta organización, ya que al no tener turnos estuvimos un buen rato haciendo cola para poder acceder para cenar. En el bufet hay poca variedad de comida. A la hora del desayuno pasa lo mismo, que se junta mucha gente a la misma hora, y te toca hacer cola hasta para sacarte un café de la máquina.