Elegimos este hotel por la cercanía a High Street que es donde salen muchas excursiones. Hay muchos sitios para cenar y salir a tomar unas copas o bailar cerca, por lo que aprovechamos al máximo el tiempo al estar cerca de todo, de los monumentos importantes, del museo nacional, de la estación de tren y de la parada de bus para ir al aeropuerto (6 minutos andando), de la sala Stramash Live music Bar, una antigua iglesia que ahora es un local de música en directo.
El hotel no puede estar mejor situado, hay mucho ambiente por la calle, por esto tambien hay ruido en las habitaciones, es inevitable.
Lo recomiendo a gente que no priorice el confort y si la comodidad de tenerlo todo al lado.
No lo veo adecuado para familias ni para parejas ni para gente que quiera descansar.
Nuestra experiencia con el baño compartido fue muy buena, ya que nunca coincidimos con nadie en el baño y estaba siempre limpio y recogido