Bahía Blanca tiene un lado malo y un lado bueno:
-Nos encontramos con que algunas habitaciones necesitan reformas urgentemente (grifería con manchas verdes, marcas de goteras en el techo, algún día sin agua caliente o desconchones en la pared exterior. Además, en nuestro caso, nos encontramos con que en el apartamento de encima nuestro estaba, como bien aconsejé antes, de reformas. El problema fue que estaban usando el martillo neumático para tirar algunas paredes y para levantar el suelo. Por lo que durante 3 días estuvimos aguantando ruidos (por si cesaban) y al final nos quejamos. Al cuarto día, y tras de nuevo ruidos, volvimos a bajar para quejarnos (y amenazar con una reclamación, ya que la queja del día anterior no había servido de nada) y el recepcionista nos prometió que arreglaría la situación: a los 5 minutos nos llamaron a la habitación para decirnos que nos daban un apartamento superior (nada comparable con el apartamento en el que estábamos). Dicho apartamento estaba recién reformado, con muchos más detalles, grifería nueva, etc. El personal de recepción muy agradable y simpático. El personal de limpieza muy eficientes. El personal de cafetería/bar, según el día (había días muy agradables y otros bastante "escuetos").
El check in fue de 10: En principio se realiza a las 16:00, nosotros llegamos bastante antes, a las 12:00 y, como la habitación no estaba ocupada, nos la dieron sin ningún problema. El check out también fue perfecto, dándonos más tiempo de margen.